¿Por qué nos cuesta tanto ser creativos?
En tiempos como el que corren, donde innovación y creatividad resultan ser bienes tan valorados como escasos, creo que conviene reflexionar un poco por qué nos cuesta, por lo general, ser creativos.
En mi opinión, hay dos factures fundamentales por los que hemos llegado a esta situación:
1. nuestro sistema de enseñanza
2. …y la forma en que la aplicamos: el sistema laboral
El sistema de enseñanza
El primer problema, (y con mucho el más difícil de corregir), parte de la educación que hemos recibido.
Hoy conocemos bien las distintas funciones de cada uno de los hemisferios cerebrales;
- el hemisferio izquierdo tiene las habilidades mentales más “educadas”, es verbal, lógico, numérico, analítico y secuencial.
- el hemisferio derecho es el dominante en cuanto al ritmo, la percepción espacial, la gestalt (estructura total), la imaginación, las ensoñaciones…etc.
Aunque cada hemisferio es dominante en ciertas actividades, los dos están básicamente capacitados en todas las áreas. Lo más importante es saber que el verdadero potencial de nuestro cerebro es el funcionamiento sinérgico entre ellas.
Desgraciadamente, nuestra alfabetización está basada en nutrir la fenomenal capacidad de almacenamiento del cerebro, dejando muy de lado otra cualidad mucho más importante: la habilidad de nuestro cerebro para establecer modelos valiéndose de los datos que posee.
“La memoria es la recreación del pasado en el presente. La creatividad es la proyección, a partir del presente, de una construcción mental similar en el futuro. El cultivo consciente de la memoria Y de la creatividad incrementa automáticamente la fuerza de ambas facultades.”
Tony Buzan
Leonardo da Vinci indicó estos cuatro principios para el cultivo de una mente completa:
- Estudia la ciencia del arte
- Estudia el arte de la ciencia
- Cultiva tus sentidos, en especial el de aprender a ver
- Comprende que todas las cosas se interconectan
Hoy más que nunca queda patente que nuestra evolución no pasa por mejorar o maximizar la capacidad de memorizar más información, sino por emplear todas las herramientas de nuestro cerebro de forma mucho más eficiente.
Internet resulta un ejemplo más que interesante, su infraestructura para cruzar conocimientos y opiniones tan diferentes perfilan el gran cerebro “virtual” que se está creando.
“Copia otros mapas mentales, imágenes y obras de arte, porque nuestro cerebro aprende copiando y, después, creando nuevas imágenes o conceptos a partir de los que ha copiado.”
Tony Buzan
Otro problema añadido es que los centros de formación pública y privada, (ya sean anacrónicos o más enfocados a las necesidades de las empresas), amoldan sus enseñazas para dar salida a las demandas del mercado laboral. La lógica de este proceso es, por fuerza, reactiva y lenta. Y tal y como suceden los acontecimientos en la actualidad, las modificaciones en el campo de la enseñanza casi siempre llegan demasiado tarde.
El sistema laboral
La actual rigidez de las dinámicas laborales en la empresa tampoco es que ayude demasiado, pero este hecho creo que debe preocuparnos menos. Las empresas tendrán que adaptarse a un nuevo ecosistema competitivo que ha cambiado las reglas del juego. Les guste o no, será la selección natural la que se encargue de extinguir a los dinosaurios que no sepan ver las cosas como son y cambiar a tiempo.
“Las organizaciones que no quieren innovar cuando el entorno es propicio acostumbran a querer hacerlo cuando ya es tarde.”
Alfons Cornella
¿Cómo podemos aumentar nuestra creatividad?
1. La clave no está en la respuesta, sino en saber reformular el problema
Dice Jorge Juan Fernández García que “cometemos más errores por responder a la pregunta que no toca que por responder mal a la que toca”, y no le falta razón.
“Así como algunos problemas tienen una solución única, otros tienen muchas, algunos ninguna y otros ni siquiera son problemas. El problema, pues, consiste a menudo en decir qué tipo de problema se nos plantea.”
Sean Hall
Para resolver un problema lo mejor es contemplarlo de muchas formas distintas
El significado no es algo inherente a un objeto, sino una descripción de la manera en que encaja en un modelo de pensamiento, por ello una botella de vino está medio llena para los optimistas y medio vacía para los pesimistas.
La elección de un modo concreto de ver las cosas es tan buena como cualquier otra, pero si se ha de resolver un problema, el mejor modo de hacerlo es contemplándolo de la mayor cantidad de formas posibles.
“Genio… es la capacidad de ver diez cosas donde el hombre común ve una, y donde el hombre de talento ve dos o tres, sumada a la facultad de registrar esa percepción múltiple en el material de su arte.”
Ezra Pound
2. ¿Información vieja para nuevas ideas?
La función “por defecto” de nuestro pensamiento es permitir que la acción tenga lugar rápidamente cuando se trata de reconocer una situación, lo cual sólo es posible si la interpretación más probable da pie a la acción efectiva más probable.
Si la información con la que contamos para evaluar un problema se reduce a la que consideramos relevante, limitaremos el número de formas diferentes de verlo, reforzando, en esencia, nuestras viejas creencias.
No es posible cavar un agujero en un sitio diferente cavando más profundamente en el mismo agujero.
Edward De Bono
Las relaciones conocidas conducen a la esterilidad de nuevas ideas. Es inútil intentar desarrollar una idea nueva teniendo únicamente en cuenta la información que resultaba significativa para la vieja.
La dificultad no estriba en generar nuevas ideas, sino en escapar de las viejas.
Ley de Keynes
Tal vez el pensamiento creativo signifique simplemente darse cuenta de que no hay ningún valor específico en hacer las cosas tal como se las ha venido haciendo siempre.
Rudolf Flesch
3. Nuevos procesos para ideas nuevas
Las ideas originales son, por definición, las respuestas menos probables de los puntos de vista que nadie adopta. ¿Cómo podemos evitar la tendencia natural que tenemos de ver las cosas?
Si la lógica tiende a controlar la mente, es necesario actuar de forma artificial
Si la lógica tiende a controlar la mente, es necesario actuar de forma artificial. Es por ello que las técnicas de creatividad son tan mal vistas por las empresas que no han experimentado su potencial, los resultados son inciertos y las dinámicas extrañas y excesivamente alejadas del actual concepto de “trabajo”. Esa aparente inutilidad desanima su aplicación.
Pero si la lógica precisa una dirección en la que trabajar, lo que debemos buscar es una dirección nueva, un nuevo proceso de generación de ideas. Con la práctica mejoramos la información nueva que se obtiene por azar.
Al igual que uno gana habilidad en el golf o en el esquí, también puede ganar soltura con el pensamiento lateral. Sin embargo, como en el golf o en el esquí, uno no se vuelve un experto simplemente leyendo sobre el tema. Este hábito se puede adquirir mediante un entrenamiento concreto y debería ser posible hacerlo a propósito.
Edward De Bono
Resulta contradictorio creer que podemos provocar el surgimiento de nuevas ideas ya que, por definición, surgen “por casualidad”. Pero también sabemos que muchas ideas inspiraron o dieron pie a otras que no se buscaban premeditadamente, (lo que se conoce como serendipia). Los Post-it o el descubrimiento de América son dos buenos ejemplos.
La creatividad es un resultado, no un proceso. Pero para generar ideas los profesionales necesitamos:
- Procesos o prácticas que nos ayuden a sistematizar la producción de ideas.
- Integrarla dentro de las “rutinas” empresariales.
(No basta con acudir a ellas cuando resulte necesario “tener ideas”.)