Negocios tecnológicos centrados en las personas
El estado de las nuevas tecnologías:
“Windows Error 005606: imposible detectar teclado, pulse una tecla para continuar”
Es irónico que uno necesite saber muy poco de computadoras para sonreír con chistes similares a éste.
Hoy en día pocas tareas llevamos a cabo sin un sistema informático. En contrapartida pagamos un alto precio por ello; las empresas invierten cada vez más dinero en software, actualizaciones y aplicaciones varias mientras soportan cuantiosas pérdidas por el tiempo que desperdician sus empleados aprendiéndolas. Éllos sufren en silencio - sí, como las hemorroides – el complejo manejo de tal infinidad de herramientas informáticas necesarias para llevar a cabo sus quehaceres diarios.
Los empleados sufren en silencio el modo de trabajo que las máquinas han diseñado para ellos
Éstos resignados “humanoides” (mitad hombre mitad máquina) sin duda no han estudiado informática, no saben qué es la usabilidad, ni conocen los entresijos de la programación, y por supuesto no se consideran con la autoridad suficiente para decirle a sus jefes que el programa con el que trabajan les resulta difícil de usar y que debería mejorarse o comprar otro distinto.
Así que se limitan a soportarlo lo mejor posible y se amoldan al modo de trabajo que las máquinas han diseñado para ellos.
Antes había buenas razones para ello, era primordial mejorar la velocidad de procesamiento de la información o la capacidad de almacenamiento para aumentar la utilidad de las computadoras. El objetivo se centraba entonces en la rapidez de las máquinas.
Lo que no se entiende es que hoy también siga siendo así. Ahora el tiempo lo pierden las personas intentando manejar sus ordenadores, no esperando a que terminen sus procesos.
¿Cómo es posible que con tantos años de experiencia desarrollando programas de software sigan persistiendo tantos problemas de uso?
Ley del Software: si aprenden a utilizarlo, saca otra versión
Esta realidad es así principalmente porque el usuario no es el centro de atención del negocio.
El modelo de negocio es mantener una “evolución” constante de las herramientas para que haya que volver a comprar nuevas versiones o actualizar las viejas. Y claro, tantos cambios no están siempre justificados.
Este proceso se conoce como “programar la obsolescencia”. Una vez lanzada una nueva versión al mercado ya se está pensando en la siguiente; más completa, más potente, más bonita…y “mejor”.
Ni los profesionales del sector alcanzamos a estar al día. Lo nuestro debiera ser trabajar CON ordenadores, no trabajar PARA ellos.
En consecuencia ni los propios profesionales del sector alcanzamos a estar al día. Sudorosos pasamos de unos manuales a otros y reaprendemos lo que ya sabíamos para poder seguir dedicándonos a lo nuestro, que es trabajar CON ordenadores, no trabajar PARA ellos.
Un programa bien diseñado pone a trabajar a la máquina y no a la persona
Éste es un extracto REAL de un análisis de software que concluimos hace escasamente un par de semanas:
…pulso el botón aceptar y me aparece la siguiente ventanita de confirmación
(muestro dos capturas del los cuadros de diálogo del programa en cuestión)
Y anoto en el informe:
“Esta asombrosa manía (heredada del resto de programas informáticos) de tener que confirmarle a la máquina cualquier acción - independientemente de su relevancia – no deja de asombrarme:
Si pulso el botón de “Aceptar” ¿qué puedo querer hacer realmente?. Lo repetiré nuevamente:
¿QUÉ PUEDO QUERER HACER REALMENTE?
Así que acepto que “acepto”.
Como podemos ver, también puedo cancelar una “Cancelación”, que por lógica significará que realmente “Acepto”, ¿no?.
Luego no hay lugar a dudas. ¿…o sí?”
Este ejemplo no es una excepción ni mucho menos, el mundo informático está PLAGADO de diálogos de besugos con interfaces similares a este ejemplo.
Arrastramos un archivo a la papelera de reciclaje y mi sistema operativo me pregunta una y otra vez si realmente quiero hacer lo que le acabo de hacer, esto es, si estoy seguro de que quiero eliminar lo que acabo de arrojar a la maldita papelera.
¿Por qué mi procesador de textos vale para casi todo menos para escribir de forma sencilla?
Y alucinamos en colores cuando un clip nos golpea el cristal de la pantalla porque debemos de ser muy torpes para no entender las miles de funciones tan interesantes que convierten mi procesador de textos en un programa tan maravillosamente multifuncional que vale para casi todo menos para escribir de forma sencilla.
Quizá al programa le resulte duro reconocer humildemente que las funciones necesarias para redactar un documento no son demasiadas y por tanto necesite demostrar que puede hacer también muchas otras cosas.
“El 80 % de los usos de los productos sólo aprovechan el 20 % de las posibilidades que ofrecen. Eso significa que la mayoría de nosotros pagamos por algo que no queremos o no necesitamos. Parece que, por fin, los fabricantes de programas informáticos están empezando a entenderlo y crecen que las aplicaciones modulares resolverán el problema. Los buenos fabricantes de programas informáticos hacen que las funciones más utilizadas sean lo más sencillas, automáticas e inevitables que sea posible.”
Richard Koch. “El Principio 80/20″
La clave está en cambiar los procesos, no la tecnología
Los programas son malos porque confundimos funcionalidad con funcionamiento
Los programas de software son tan malos porque se centran en sus utilidades, no en las PERSONAS que van a manejarlas.
Esa la razón por la que demasiadas veces los desarrollos se alargan indefinidamente y los programadores tienen que rehacer su trabajo una y otra vez, porque se dio por sentado que con que funcionara sería suficiente y nadie se preguntó cómo debía hacerlo.
Más funciones no significa más útil, ni tampoco mejor
Y esa es también la razón por la que las innovaciones sólo llegan al mercado cuando resuelven un problema sin crear otros a cambio. Los avances tecnológicos se producen a un ritmo vertiginoso, pero sólo los conocemos cuando son realmente FUNCIONALES para el gran público, NO cuando simplemente funcionan.
Los blogs son el ejemplo más cercano: la tecnología ya estaba hace años, pero había que hacerla comprensible al resto de personas alejada del mundo informático, para que ellas devolvieran el favor publicando y compartiendo sus conocimientos en otras áreas del saber.
Dijo Jacob Nielsen (conocido gurú de la usabilidad):
“El presente es un período único de la historia de la humanidad, en el sentido que es la primera vez que la humanidad ha perdido el dominio de sus herramientas”
Y yo digo:
Deberemos exigir a nuestros proveedores que dejen de echarnos la carga de tener que entender sus deficientes herramientas
Como el proceso de creación de software está fuera de control y a la industria de la alta tecnología parece importarle un bledo, deberemos ser nosotros, los propios usuarios, los que reaccionemos y exijamos a nuestros proveedores que dejen de echar sobre nuestras espaldas la pesada carga de tener que entender sus deficientes herramientas y empiecen a pensar un poco más en sus clientes.
- Actualización: citas, reflexiones y notas complementarias -
“Nuevo no siempre significa mejorado.
Los pesados procesadores de textos son inútiles para el 95% de lo que escribes.”
“Getting Real” por 37signals
“La velocidad de los ordenadores se duplica cada 6 meses. Justo entonces aparece una nueva versión de Windows que los devuelve a la velocidad original”
Anónimo
“La informática es la ciencia de cómo crear programas, no cómo crear ordenadores, y como los programas sirven para resolver los problemas de la gente, un informático debe principalmente entender a la gente”
Anónimo
“Hay una antigua historia sobre una persona que quería que su ordenador fuese tan fácil de utilizar como su teléfono. Estos deseos se han hecho realidad, ya no sé cómo usar mi teléfono”
Bjarne Stroustrup
“Además de intentar que los ordenadores estén en todas partes, deberíamos intentar que no estorbaran”
Neil Gershenfeld